Mujer cobarde, poeta sin sangre
De qué me sirve farfullar
Si por segundona no hay uno
Ni uno solo que me aguante
Todo tiempo presente fue mejor
Así vamos capeando el tiempo
Y por cada segundo muerto
Haciendo de tripas corazón
"Vamos", digo, somos quiénes
No más yo, que no hay función
No hay asistente ni televidente
No hay corte ni confección
Soñé que paseaba desnuda
Pilucha cual bataclana
Los caballeros me adoraban
Las señoras se persignaban
Y a dónde me lleva el sueño
Pues a ninguna parte
Qué hacer, si no soy femme fatale
Tampoco ninfa elegante
Para qué contar las ganas
De desplegar el arsenal
O -más femenina- el ajuar
Metáfora, claro está
Del zapato con ampolla
El vestido doloroso
El misterio gozoso
Y el culebrón cebolla
Aquí yace humedecido
Roído y ahumado
De talla estrecha
De cierre oxidado
Por tener el nervio
De quemar el sacramento
Junto con los piojos
Y la foto del muerto
Se me helaron los huesos
Me sequé los llantos
Y me quedé con lo puesto
A desvestir santos
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