Un día temprano llegó la Jacinta al boliche. Venía agitada y con sonrisa infinita-contenida. "¡Acabo de soñar con el hombre de mi vida!", me dijo, "lástima que tenía esposa y amante... y vivía en Finlandia... y quería ser cura... y estaba condenado a muerte... y era maricón."
Dicho esto, sacó de su cartera un rouge, se hizo la boca y abrió la jaula de besos.
Que bueno que Jacinta se haga la boca y bese...desde ahí se ve lo que viene, que siempre viene...
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